Pueblo pequeño rural
Hay muchos pueblos chicos en todo el territorio nacional, tanto en la costa, como en la sierra y en la selva y uno de esos pueblos pequeños y humildes era Huallayco, ubicado a 140 km. y a solo 2 y 1/2 horas al noreste de la capital, localizado a 1,500 metros de altura y en las estribaciones de los montañas andinas, es un pueblo donde falta todo, pero a la vez es tranquilo, esw de esos pueblos donde nunca pasa nada alarmante, donde solo el polvo y el sol aparecen y se quedan todo el día hasta que anochece y el sereno lo invade y donde las noches son más oscuras, porque la luz pública todavía no la han inventado para estos pueblos, donde las noches son cada vez más fríos que las noches anteriores, donde todos los vecinos se acuestan temprano y se levantan temprano, antes de la 4 a. m. ya están en pie, listos para iniciar las faenas diarias.
Siendo la actividad económica principal: la agricultura, todos sus habitantes son campesinos, la reina es la papa y los sembríos del tubérculo son vigilados por pequeños bosques de árboles frutales, que a lo lejos parecen ser los guardianes de la chacra y rodean los sembríos que son bañados por angostas acequias que cubren la sed de los surcos y bañan y nutren los sembríos, alimentando a través de sus raíces a los árboles montesinos.
Solo hay algunos artesanos que mayormente cuentan con un solo ayudante, como el carpintero que a veces funge de agente funerario, fabrica los ataúdes y también es el sepulturero oficial del pueblo y a la cita final acude con una Biblia para darle el ultimo adiós al difunto que abandonó estas tierra de sufrimiento y lleva su vida hacía otra dimensión, quizás al lado o muy cerca del Creador.
El pueblo pequeño de apenas 120 habitantes, está conformada por unas 30 familias cuyas casas están desperdigadas y separadas por pequeños huertos, es un valle muy prodigo, mas andino que costeño, difiere en línea recta hacía el este con la ciudad de Huacho, separados por unos cuantos kilómetros y que se recorre en 50 minutos, la mayoría de las familias tienen sus parcelas donde el cultivo principal es la papa, que la siembran en varias variedades entre las que hay varios tipos de papa nativa, algunas familias se dedican al comercio en pequeña escala.
En el pueblo hay una casa que también es una bodega y a la vez un bar con un ambiente pequeño, rustico, 2 mesas y 2 sillas cada mesa y 2 bancos largos pegados a las paredes del pequeño establecimiento y se consume licor barato, no hay mas, el propietario es un hombre de bastante edad, tanta que el mismo titubea cuando le preguntan su edad, no lo recuerda, porque ni siquiera esta registrado, como muchos que nacieron en el campo.
Pero si es un buen comerciante y lo conocen como don José y también es quien abastece de licores, especialmente cerveza en las fiestas familiares y patronales, el ambiente del local es algo fétido, hay 2 perros grandes, que pareciera que nunca los bañan y huelen a humo de cigarros y orines de borrachín, de pelaje oscuro, uno de ellos lo llaman Chusco y el otro que es mas pequeño se llama Chusquito.
Donde uno de los vecinos que tuvo la suerte de completar la educación primaria es el notario, alcalde y a veces actua como jefe de ronderos, por que por estos lares no hay policia y menos obstretas para atender a las mujeres que estan a punto de traer un hijo a este mundo ingrato y que su principal negocio es el bar o cantina del pueblo y que lo atiende su padre que mas parece su abuelo por la edad avanzada que aparenta.
El local es tan peuqeño que apenas tendrá 6 x 4 mts "visto a ojo de buen cubero" donde muchas veces se quedan dormidos los clientes, es atendido por el hombre de bastante edad, aquel que se sabe la historia de todos los vecinos cercanos y también de los lejanos y a quién todos lo llaman don Pepe, el es un anciano silencioso, que escucha a todos y se sabe la historia de todo el pueblo.
- ¿Qué oscuros pasajes guardará su memoria?
Solo conversa consigo mismo, seguramente mastica sus recuerdos y al que nunca le falta un cigarrillo en los labios, de esos cigarros sin filtro y de tabaco negro que huelen bien fuerte y dejan los dedos amarillos y que por mas que te laves las manos ese color no desaparece, es el color de la nicótina, el alcaloide del tabaco que altera los neurotransmisores del cerebro y te convierten en adicto, el olor que emana parese que fuera la marca indeleble para distinguirte como fumador nato, es decir fumador del tabaco mas fuerte que hay en el mundo.
El mobiliario lo completa un mostrador y un estante, ambos pequeños y donde algunas botellas mostraban su soledad y la angustia de quedarse solas y despechadas, desesperadas de saber que cuando ya no las necesiten van a ser tiradas en el recipiente de envases vacíos, listos para ser llevados al reciclaje.
En el centro del pueblo hay una plaza pequeña y polvorienta y una capilla y nada más, algunas casas alrededor y una canchita de fútbol, sin césped; el cura llega una vez por semana y oficiaba una sola misa, el día sábado a las 6 p. m. ese mismo día puede realizar algún bautizo o quizas un matrimonio.
No hay escuelas en el pueblo, los estudiantes tienen que caminar 2 kilómetros hasta el pueblo más cercano donde hay uno de primaria con 2 profesoras que se alternan para dictar sus clases a los diferentes años escolares.
Allí terminan sus días los campesinos, los trabajadores del servicio municipal, los ayudantes de la carpintería, de la herrería y de los otros locales donde prestan servicio a la pequeña comunidad de Huayayco.
Pero la mayoría de los pobladores terminan en la cantina del pueblo y muchas veces buscan el aguardiente mas fuerte de estos lares como el yonque, cañazo o yacta al que también le dicen "saltapatras" o "esperame en el suelo" que son licores con mas del 40% de alcohol y los que lo consumen ya estan alcoholizados y con pocos días de vida, a ellos casi siempren tienen un final triste.