La flor de la honestidad

 La flor de la honestidad

Cuentos cortos


Hace mucho tiempo un príncipe de una región al norte de China, estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley el emperador no podía ser soltero, debía ser casado, por lo que el príncipe como quería llegar a ser el emperador, decidió realizar un concurso para escoger a la mujer que debía ser su esposa y emperatriz.
Al día siguiente el príncipe  anunció que recibiría en una audiencia especial a todas las mujeres jóvenes del imperio y que les lanzaría un desafío.
Una anciana que trabajaba en el castillo desde hacía muchos años, oyó los comentarios y vio los preparativos para el evento y sintió mucha tristeza, pues sabía que su hija sentía un profundo amor por el príncipe; al llegar a su casa, la anciana relato a su hija lo que estaba sucediendo en el castillo, pero quedó sorprendida al oír de boca de su hija que había decidido acudir a esa reunión, la anciana le aconsejo:
- Hija ¿que vas a hacer allí? ... van a acudir todas las mujeres bellas y ricas de la corte ... sácate esa idea loca de la cabeza.
A lo que la hija respondió:
- No ... querida madre, no estoy sufriendo, ni mucho menos estoy enloqueciendo, se que jamás podre ser la elegida.
La hija prosiguió:
- Lo que busco es tener la oportunidad de estar cerca del príncipe y eso me hace muy feliz.
Llegó el día esperado y en la noche, el salón principal del castillo estaba lleno con la presencia de los cortesanos que acompañaban a sus hermosas hijas, las que estaban ataviadas con hermosos vestidos y lujosas y brillantes joyas, la joven hija de la anciana ya estaba con el gran salón.
Bajó el príncipe y les anunció que les iba a lanzar un desafío y les dijo:
- Le daré a cada una de ustedes una semilla, aquella que dentro de 6 meses me traiga la más hermosa flor sera la elegida como mi esposa y futura emperatriz.
El tiempo pasó y la dulce joven que no tenía mucha habilidad en el arte de la jardinería, le puso mucho amor y ternura a su semilla, pues sabía que la belleza de la flor dependía de buen trato que le diera, pero la semilla no germinaba, no salia nada, la flor no brotaba, comenzó a sentir que su sueño se desvanecía; al pasar los 6 mese del reto se sintió fracasada y consideró que su esfuerzo había sido en vano.
Comunicó a su madre su decisión de asistir al castillo del príncipe en el día acordado, pero su sola intención era sentir la presencia del príncipe.
Para ese día la joven asistió con su florero vacío, mientras que las otras damitas asistieron llevando hermosas flores, cada cual más bella, tenían flores de lo más variadas formas y de diferentes colores, la hija de la anciana estaba admirada de tan soberbio espectáculo.
Finalmente el príncipe bajo de sus aposentos reales y dio un paseo mirando con mucha atención las diferentes flores que portaban las jóvenes, después de revisar una a una todas las flores encontró al final de la fila a la hija de la anciana que portaba un florero vacío, cogió el jarrón y lo entregó a uno de sus secretarios y agarrando de las manos a la joven anunció que ella sería su futura esposa, los presentes quedaron sorprendidos y surgieron reacciones y murmullos, nadie comprendía por que había elegido  a aquella joven que tenía el florero vacío, que nada había cultivado.
Entonces el príncipe habló para aclarar las dudas.
- Ella fue la única que cultivó la flor y que la volvió digna de ser la emperatriz, si ... ella cultivo la "Flor de la Honestidad", pues todas las semillas que os entregué eran estériles y todas las flores que han traído no son cultivadas por ustedes mismas. 

La honestidad no tiene miedo de la luz ni de la oscuridad y ser honesto te lleva por el mejor camino, cultivar la honestidad es tener luz en rededor. 

Anonimo

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